viernes, 12 de marzo de 2010

Un pensamiento en silencio

Sur le fil de Yan Tiersen, esta canción es simplemente mágica.

Te transporta más allá de todo limite imaginable, hacia un mundo paralelo, un universo utópico, donde tus sueños son realidades. Es triste y esta cargada de tanta melancolía, como esos días de invierno, en los que hace demasiado frío para salir, y uno se queda en casa, con una taza de café en la mano, simplemente mirando por la ventana, a los arboles muertos y escuchando la melodía del viento repiqueteando las ventanas. Es como esos días de lluvia que nos agarran desprevenidos mientras vamos caminando por la calle,junto a un rio y nos refugiamos bajo un kiosco. Mientras vemos como las gotas caen sobre el agua y se pierden fundiendose en una sola. O como esos días en que buscando alguna cosa, nos encontramos con un viejo álbum de fotos.

Ese sentimiento, de tristeza por los días pasados y alegría por los momentos vividos, nostalgia... Ese momento en el que nos damos cuenta que el tiempo corre. Y que no somos eternos. Ese momento en que miramos a nuestro alrededor y vemos que todo cambio pero sigue igual. Porque sigue ahí, junto a nosotros.

Ah... Cuantos sentimientos puede despertar una simple canción no es así?

Me pregunto si Tiersen pensó en lo mismo que yo pensé cuando la escuche por vez primera, cuando la compuso...

Aunque no lo creo. La música despierta diversas emociones en los individuos. Además también varia según el estado de animo, o la edad en la que la escuches. Una buena canción es como el Principito.

Lo lees a los 10 años y te significa algo, a los 12 y cambia completamente. Lo redescubres a los 14 y se vuelve pura magia, pero cuando lo vuelves a leer a los 16 descubres que tienes un tesoro entre tus manos.

A mi con las canciones me pasa algo parecido. Aquellas canciones que no importaban a los 10, hoy son las que más me llegan y esas que me llegaban a los 10 hoy se vuelven insulsas. Pero es parte de crecer. Recordar lo bueno y malo de la vida.

Recordar... Recuerdos...

Que seria de un hombre sin sus recuerdos? Que seria de una vida sin un pasado, carecería de presente y no tendría rumbo en un futuro...?

Y si un hombre se queda sin nadie que lo recuerde? Que pasaría con el? Se perdería en el olvido, atrancado en algún cajón? Olvidado en un viejo ático, cual juguete viejo?

Y que tal si somos una especie de juguete...

A veces uno parece como tal. Cierta gente suele comprarnos, jugar hasta el cansancio, aburrirse y dejarnos tirados, pudriendonos en la grama, cubriendonos de polvo y viendo nuestra vida pasar mientras nosotros seguimos ahí. Nuestra alma se atrofia, nuestro corazón apenas late, pero aun siente. Aun siente ese mal uso de la confianza, ese mal uso de nuestro cuerpo, de nuestro amor.

De todo eso que en realidad somos. Nos golpea, fríamente como pared de hielo. Pero no hablo de puños, hablo de palabras, las palabras duelen mucho mas que los golpes, y mas aun fuerte duele la verdad cuando nos creímos una ilusión durante tanto tiempo, tan solo eso. Una ilusión, un falso espejismo, un canto de sirenas permanente.

Y cuando uno pone las cartas sobre la mesa, liga su pasado amargamente, viendo todo eso que pudo ser y no ha sido. Se encierra en su propia sobra, y queda a solas con uno mismo.

11 de Marzo de 2010

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